Lo que el viento se llevó, Margaret Mitchell

Si te gustan los clásicos, este definitivamente debe figurar en tu lista de lectura. Si no lo hace, anota el titulo pero requeterápido. 
¿Listo? okay, ahora sí, comencemos.



Este libro, se ha convertido en uno de mis favoritos y ha pasado a formar parte de mi lista de “Libros para releer”, aunque en el principio me costó horrores introducirme en la historia (esto porque había estado leyendo varias novelas juveniles y aún tenía los pensamientos turbios a causa del apellido Maddox), la disfruté muchísimo cuando pude pillarle el truco.
Trataré de no dar spoilers, pero al ser un libro bastante conocido, no hay mucho que se pueda hacer. 

Los personajes de esta novela tienen una personalidad un tanto molesta, perdonen la dureza de mis palabras. En especial la personalidad de Scarlett, nuestra dichosa y para nada moralmente bella protagonista, que, se transforma para mal a lo largo de la historia.

Debo admitir que en ciertos momentos su forma de ser me sacó de mis casillas, diré que, a mis ojos, ella siempre fue una niña. En cierta forma nunca maduró, cosa que se nota en sus rabietas, así como en  esa fuerte característica suya: ser un tanto egoísta. 
Puede comprenderse que la forma de ser de esta protagonista tiene que ver con que, desde siempre fue tratada con mimos, estaba acostumbrada a la atención, una chica que siempre tiene lo que quiere, vaya, y cuando no lo tiene: ¡BAM!, explota, haciendo miserables a los que están a su alrededor. 

Entendemos de donde proviene esa personalidad, todo lo que vivió la hizo transformarse en un mal ser humano. Las circunstancias la cegaron y esto a su vez la hizo tomar decisiones apresuradas, cada mal paso dado, la llevó a ser desdichada y a perder muchas cosas, entre ellas lo que más deseaba.
Sin embargo, dejemos en claro que ella no era la única egoísta; ese papel también lo toma nuestro no mejor protagonista, Rhett Butler. Él, la oveja negra de la familia, se encapricha con la mimada señorita Scarlett, ambos siendo ruines, de alguna forma tenían que atraerse. Conforme avanzamos entre páginas, aunque llegue a parecer imposible, Scarlett toca el duro corazón de Rhett, y sus reacciones nos hacen saber que ese corazón es de carne y no de piedra.

En sí, para acabar rápido y no extenderme demasiado, como es que mis deditos quieren hacer,, la historia logra atraer al lector, logra atraparlo y llevarlo a rastras hasta el final. El comportamiento de dichos personajes deja mucho de qué hablar y mucho que desear y sin duda llega a provocar sentimientos encontrados. A veces, molesta tanto que dan ganas de dejar de leer, pero a la vez es imposible hacerlo. 

A grandes rasgos me gustó mucho la historia y me sorprendió la manera de pensar de las personas de aquel entonces; no puedo decir que el corazón del lector se queda intacto después de leer, porque, bueno, a mi realmente me cuesta trabajo no sentir nada cuando leo algo, seguro que no soy la única y espero que, si no han leído el libro, lo hagan y después compartan los sentimientos que a mí me embargaron al leerlo.
El libro tiene secuelas, escritas por otros autores, para los que se quedaron o e queden con ganas de más. Ahora me encuentro leyendo “Rhett Buttler” una de tales secuelas, más adelante hablaré de ella y compartiré mi opinión, la otra tiene por título el nombre de nuestra fémina protagonista.

Un beso y un abrazo virtual para quién quiera que esté leyendo esto. 

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