La lección de August, R. J. Palacio
Bueno, comenzando por el principio, lo que puedo decir de este libro es que si lo que la autora buscaba era entrar en nuestras mentes y en nuestros corazones lo ha logrado y con creces.
Es un libro precioso, muy cercano a la realidad, y sabemos que la mayoría de las veces la realidad duele.
En esta obra, Raquel nos muestra la realidad a la que tiene que enfrentarse August, una en la que una situación que no puede controlar lo define, una en la que es tratado de manera cruel innumerables veces y donde lamentablemente se ver lo malas que pueden llegar a ser las personas.
La trama se desglosa por medio de diferentes puntos de vista.
El principal, como bien puede adivinarse es el de August, para luego internarse en la mente de, su hermana Via, pasando a la amiga de esta, después a su novio, y etcétera. Esto causa que las perspectivas de una misma situación tengan diferentes matices, y hace que te fundas rápidamente en la historia.
Te cuento, en sí la situación en torno a la que gira la historia es un aspecto físico en nuestro protagonista: una malformación en el rostro, causada por cierto desorden genético, que a su vez cambió a causa de las diversas intervenciones quirúrgicas a las que tuvo que someterse a su temprana edad. Desde esta situación se te ponen los pelos como escarpias, ya te digo, el hecho de relacionar a un niño con un quirófano a algunos nos afecta bastante.
Página tras página, Palacio nos da un vistazo de lo que es la vida de una persona considerada diferente, nos hace reflexionar tras cada capítulo, considerando los pensamientos y sentimientos que fluyen en personas que so como August, y en sus familias, personas que tienen capacidades diferentes a las nuestras, que sufrieron accidentes, y estos se ven reflejados en alguna parte de su cuerpo, además de las marcas que no podemos ver.
El leer lo que el pequeño sentía cuando alguien le miraba raro, o simplemente lo miraba demasiado, el leer que siempre caminaba con la cabeza gacha, que pasó mucho tiempo usando un casco de astronauta pata ocultar su rostro, (cosa que recalcan bastante en la adaptación cinematográfica) me hizo pensar bastante.
Dar una mirada a esta perspectiva de pensamiento, te hace ver a tu alrededor y decir "Vaya, pero que superficiales podemos llegar a ser! ¡pero que si una bola de cabrones!"
La mayoría de las personas, y me arriesgaría a decir que todas, en algún momento de sus vidas son superficiales. Incluso yo misma he sido superficial, muchas veces "juzgando el libro por su portada".
¿Qué si eso sirve a la sociedad?
No, pero ni por eso dejamos de ser así, como que ya forma parte de nuestra genética, de la parte imbécil, por así decirlo.
Contrariamente, ser superficiales nos hace perdernos de muchas cosas, por ejemplo, el juzgar a una persona antes de conocerla, el juzgarla por su físico o su manera de vestir, inclusive de hablar, nos está haciendo dejar de lado que esa persona tal vez es una gran persona.
De esas que casi ya nunca vemos, que son divertidos, alegres, extrovertidos.
Nunca es sencillo ver a una persona diferente y tratarla como un igual.
En cierta forma, todos somos diferentes, pero, también debemos, en ocasiones, ser tratados como iguales, a la hora de hacer amistades, a la hora de participar en algo.
El libro, nos da a entender que, en este caso, August, es normal.
Que debajo de su físico, hay un niño normal, que hace cosas normales, que tiene sentimientos, que es una persona pensante e inteligente, que disfruta de cosas tan simples como los vídeo juegos, La guerra de las galaxias, y el helado.
Que por el hecho de haber nacido así, sigue siendo una persona.
Normal.
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